Gran parte del aire y la humedad presentes en el sistema se eliminan antes de alcanzar las 3000 micras. Si se trata de un sistema húmedo, deberá abrir el lastre de gas durante este vaciado inicial. Dicha acción contribuye a que la bomba funcione homogéneamente y mantiene el aceite en buen estado hasta el momento en el que más lo necesita, es decir, hacia el final del proceso de vaciado. Aproximadamente a 3000 micras, cuando el ruido de la bomba se reduce, el lastre de gas deberá cerrarse para que pueda generarse un vacío profundo.